Can We Stop Shaming Women for Their Nudes?
¿Qué Tal Si Dejamos de Avergonzar a las Mujeres por sus Fotos Desnudas?
By Lea Espinal
Recently, this month, there was yet another scandal where a hacker found his way to a female celebrity’s nude pictures and then attempted to blackmail her. In this opportunity, said celebrity decided to take matters into her own hands and released the pictures herself, thus taking back at least *some* control in the situation.
Without even talking about the privacy violation that this blackmail entails —if there’s such a thing as privacy anymore—, the one thing that caught my attention on this case —like in many others—, and also the thing that irritated me the most, was how we still shame women for doing whatever we want with our bodies.
When someone attempts to release naked pictures of a woman without her permission, the main conversation point is the excuse of the event: she took the pictures in the first place. And you know what? That is nothing more than victim blaming, and repeatedly having the same conversation is getting exhausting.
I like taking nudes and, if I trust you enough, I like to share them. Nudes are yet another way of how I, an adult woman, express my sexuality, and I’m not one bit ashamed of it. If the other person goes ahead and distributes said pictures without my consent, that is on THEM for breaking that trust, and also for breaking the law. It is them who should be ashamed and blamed. And face the consequences of exposing my body without my consent.
I should only hope this piece gets you thinking, that you consider how it’s time we focus on the fact that what’s wrong is the intrusion, instead of shaming women for being proud of their bodies.
Recientemente, este mes, hubo otro escándalo en el que un hacker encontró la forma de acceder a los nudes de una celebridad, y luego intentó chantajearla. En esta ocasión, dicha celebridad tomó el asunto en sus propias manos y publicó las fotografías ella misma, recuperando así al menos un poco de control sobre la situación.
Incluso sin tocar el tema de la violación de privacidad que implica este chantaje —si es que todavía existe la privacidad—, lo que llamó mi atención sobre este caso —al igual que en muchos otros—, y también lo que más me irritó, fue ver la forma en que todavía se nos avergüenza, a las mujeres, por hacer lo que queremos con nuestros cuerpos.
Siempre que alguien intenta publicar fotos desnudas de una mujer sin su permiso, el punto principal de la conversación es la justificación a este acto: ella se tomó las fotos en primer lugar. ¿Y sabes qué? Eso no es más que culpar a la víctima, y tener repetidamente la misma conversación ya se está volviendo agotador.
Me gusta tomarme mis fotos desnuda o con poca ropa y, si siento la suficiente confianza en la otra persona, me gusta compartirlas. Los nudes son otra forma más de cómo yo, una mujer adulta, expreso mi sexualidad, y no estoy ni un poco avergonzada de ello. Si la otra persona distribuye dichas imágenes sin mi consentimiento, es SU CULPA por romper esa confianza, y también por violar la ley. Es esa persona quien debe ser avergonzada y culpada. Y enfrentar las consecuencias correspondientes, por exponer mi cuerpo sin mi consentimiento.
Solo espero que esta pieza te haga pensar, que consideremos que ya es hora de que nos enfoquemos en el hecho de que lo que está mal es la intrusión, en lugar de avergonzar a las mujeres por estar orgullosas de sus cuerpos.
Lea is a psychology graduate living in Santiago, Dominican Republic. She's an avid reader and Harry Potter fan, interested in organizational development, tech, in the arts. She serves as an editor for Hola, Rita. and every now and then shares her stories from the island. / Lea está de graduada en psicología y vive en Santiago, República Dominicana. Es una ávida lectora, y fanática de Harry Potter, interesada en el desarrollo organizacional, la tecnología y las artes. Lea sirve como editora para Hola, Rita. y de vez en cuando comparte sus historias desde la isla.