Solía encontrar la mirada Dominicana sobre el Día Internacional de la Eliminación Contra la Violencia de la Mujer irónica. Un día que fue creado para conmemorar el asesinato de las Hermanas Mirabal por la mano de Trujillo y, menos directamente, por el sistema machista que las predecía, estaba marcado por mi cinismo. Según mi opinión en ese momento, el día existía para dar la falsa impresión de que los gobiernos y las personas con poder se preocupaban por las mujeres. Las altas estadísticas de feminicidio y matrimonio infantil eran suficiente para convencerme de lo contrario. No ayudaba escuchar misoginia de la boca de hombres y mujeres desde que era niña. Pensaba: “¿Cómo es posible honrar la memoria de las Hermanas Mirabal de forma propia cuando hasta las mujeres son responsables de participar en la causa de sus muertes?”.
Me di cuenta de que la respuesta a mi pregunta era más complicada de lo que pensaba. Deshacerse de la misoginia casual e internalizada es difícil. En un mundo ideal, desaprender el sexismo sería tan fácil como olvidar la letra de una canción que no has escuchado en años o lo que cenaste hace un mes pero, como sabemos, no es tan sencillo. A pesar de que el feminismo es practicado en grados variables en el país y la diáspora, muchas de las feministas Dominicanas no se identifican con la palabra feminista hasta más adelante en sus vidas. Esto es dado a las asociaciones negativas que hay acerca de la palabra feminista y de los valores feministas, que dificultan mucho el proceso de decosntrucción.
Como otras de nosotras, Esther Hernández-Medina, una profesora de sociología en la universidad Pomona College en California, es una activista Dominicana orgullosa que todavía tiene que hacer un esfuerzo para ignorar a sus creencias adoctrinadas. ¡Y ha sido feminista por 28 años!
“Es un proceso continuo que tiene muchos elementos. Un elemento que ha sido muy, muy importante para mí es el aprender de otras feministas”. Ella respondió.
En su vida como feminista activista, la Profesora Hernández-Medina ha tenido la buena fortuna de ser mentoreada por muchas activistas feministas Dominicanas reconocidas que, eventualmente, se convirtieron en sus amigas. Su creencia de que las compañeras feministas son una parte integral de ser feminista, la llevó a empezar Tertulia Feminista, Magaly Pineda con su colega, Yildalina Tatem Brache. El grupo comenzó como un foro de debate, pero se ha convertido en un espacio donde feministas Dominicanas de todos los tipos hablan y aprenden.
“Hay una gran necesidad de espacios seguros donde la gente pueda debatir y aprender. Espacios donde nadie te va a decir ‘Oh, eso no es muy feminista de tu parte’. No se trata de eso. Se trata de aprender”. Dijo la Profesora Hernández-Medina.
Saber cómo examinarse a unx mismx, y reconocer cómo contribuimos a los sistemas machistas que nos rodean, es necesario antes de juzgar a otrxs y a su feminismo. Sí, nos queda mucho por hacer para conseguir una sociedad igualitaria internacional, pero el Día Internacional de la Eliminación Contra la Violencia de la Mujer no se trata de eso. Se trata del trabajo que pasaron Patria, Minerva, y Maria Teresa, y el trabajo de sus sucesoras.
Mi forma extremista de ser feminista perdía completamente el punto de ese día. Quería poner fin a los sistemas opresivos immediatamente. En mi adolescencia, no reconocía que eliminar los efectos de un sistema que ha existido por años tomaría tiempo. Mientras hagamos lo que podamos para que eso suceda, empezaré por honrar a las Hermanas Mirabal y a todas las otras mujeres que han sido víctimas de la violencia a base de género el 25 de Noviembre.
Es muy probable que si entras en cualquiera de los lugares donde trabajamos El Chisme (desde casa, obvio) esté sonando Nena.
Yendry, cantante Dominicana, sigue popping-up en todos lados y con razón. Con cada una de sus canciones te hace sentir la magia de la mujer Dominicana. Su último sencillo, El Diablo, va acompañado de un video cargado de imágenes, colores y ritmos familiares que nos encantan.
The Mixta Team
“Las mujeres en República Dominicana somos mayoría en las aulas universitarias, mayoría en los honores académicos universitarios, mayoría en las gerencias medias, pero minoría en el escalón superior inmediato que es la de los puestos directivos”. Esta es una de las grandes verdades que comparte Caro Santana en este capítulo del podcast Gente Brava.
Lo que más me gustó de esta conversación es que, a pesar de esta realidad, Caro habla desde un lugar esperanzador mostrando cómo, en nuestra generación, realmente estamos cambiando los estereotipos, estamos cambiando el futuro.
Invita a pensar al feminismo desde la libertad: libertad de hacer lo que cada persona, hombre o mujer, quiera independientemente de las reglas de género impuestas por la cultura en la que vivimos.