Back in Woodstock, NY
De vuelta en Woodstock, NY
Ever since visiting this town a little over a year ago, I had been dreaming about going back up there. Although often know for the infamous music festival, I personally know it as the town I would love to move to.
This was my second time visiting and I seriously could not envision a better way to unplug and refresh than spending a day shopping and walking in Woodstock. Let’s start with my first visit, the Garden Cafe. This lovely and well-lit space is completely vegan and completely delicious! I wasn’t feeling too hot when we arrived so I went for a smoothie, made right in plain sight. After a light re-fuel, I wrapped my scarf and started walking and thoroughly enjoying barely having any phone service. I started my personal expedition by the incredible candle shop and made my way to The Tea Shop shop, where I ended up getting the ‘tea of the day’ called Bangkok - a soothing blend of green tea with lemongrass, coconut, ginger, with a hint of vanilla.
In search of my next adventure, I bumped into Castaways in the Hoods, a thrift store calling my name with some gorgeous pieces hanging right outside. I must have spent almost an hour trying on things and browsing their incredibly unique collection and saw at least 5 incredible gowns I would have totally bought if I had at least one wedding or special event lined up.
I then continued to walk, casually checking out the restaurants, stores, and tattoo shops until eyeing a new place called R & R, where I had a delicious plate of roasted vegetables and a lovely conversation with the owner and a young couple that had just purchased a weekend house nearby.
If I could have it my way, I would buy a house nearby and escape to the mountain every weekend, but it might take a little bit before I can pull that one off. In the meantime, I will continue to visit and dream with their good and local food, charming houses and welcoming people.
Until next time, Woodstock.
Desde que visité esta ciudad hace un poco más de un año, había estado soñando con regresar. Aunque el pueblo es conocido por el famoso festival de música, yo personalmente conozco esta ciudad como el lugar al que me quisiera mudar.
Esta era la segunda vez que visitaba el lugar y de verdad que no me podía imaginar una mejor manera de desconectarme y refrescar la mente que caminando y comprando curiosidades en Woodstock. Vamos a comenzar con mi primera visita, el Garden Cafe, un lugar super coqueto y bien iluminado, el cual también es completamente vegano y completamente delicioso. No me estaba sintiendo muy bien esa mañana así que decidí desayunarme con un smoothie, hecho super cerca de mi mesa y muy fresco. Luego de este delicioso boost de energía, me enrollé mi bufanda y comencé a caminar la calle principal, disfrutando la calma y casi no tener nada de servicio telefónico. Comencé mi pequeña excursión con The Tea Shop, una tienda de té súper coqueta donde terminé comprando el té del día llamado “Bangkok - una mezcla de té verde con hierba de limón, coco, jengibre y un toque de vainilla.
En busca de mi próxima aventura me topé con Castaways in the Hoods, una tienda con piezas hermosas colgadas en la puerta llamando mi nombre. Debí de haberme pasado por lo menos una hora probándome de todo un poco de su interesante colección y donde ví por lo menos cinco vestidos de fiesta impresionantes que por falta de un evento elegante en el horizonte no me atreví a comprar.
Continué caminando y echándole un vistazo a varios restaurantes, tiendas y tiendas de tatuajes hasta que me decidí por entrar R & R, un lugar relativamente nuevo en el cual devoré unos deliciosos vegetales rostizados y tuve una conversación super agradable con la dueña y una pareja que recientemente había comprado una casa para escaparse los fines de semana cerca de allí.
Si pudiera salirme con la mía, también compraría una casa allí, donde me escaparía todos los fines de semana, pero puede ser que me tome un ratico poder hacer eso. Mientras me saco la lotería, continuaré soñando con este mágico lugar y su buena comida, coquetas casas y tiendas y gente super relajada.
Hasta la próxima, Woodstock.