No Fear of Failure

Sin Miedo a Fracasar

By Dahiana Vásquez

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I had spent months trying to prepare myself to take a certification exam on Premiere, the video editing program. And I say trying because between the classes I teach and my job, I just couldn't find time to study. I postponed the date three times in a year until I couldn’t do it anymore. So, I finally went to take the test knowing very well that I was going to fail.

People may ask you: why would you take an exam you know you will fail? Well, sometimes there is no other option. Of course, it is very different to say you are okay with something than to see it happening. After completing the 60 questions of the test and reviewing my answers a couple of times, I clicked ‘finished’ and in less than two minutes I received my digital grade. Nothing like seeing a 37 of 100 as a final grade to cause a major anxiety and nerves. Naturally, I didn’t pass.

I remember feeling the temperature of my body suddenly increase yet at the same time my skin was cold to touch. I also remember imagining the face of my boss when I would tell her that I had miserably failed an exam the company had paid for me to take. But for some reason, I didn’t see failing exam as a failure or something I should be ashamed of. I tried, I studied as much as I could, and yes, I should have researched more, but to be one of the few people who dare to take that kind of test in the country, the results were not so disastrous. There is only one certified person on Premiere in the D.R and more than 70% of those who take one of these tests for the first time do not pass. Of course, I was more afraid about the response I would get at work, but after speaking to my boss, I understood that this ‘failure’ only meant that I had tried and I must admit, I now know a whole lot more about the program than before.

When you start working and have a career, you’ll have many more failures than successes. The expectations that others have of us and those that we often create for ourselves tend to discourage our attempts to be better entirely.

In my country, if you don’t "pass" a class or test with good grades it’s like you didn’t learn anything. Although this mentality is slowly changing, it is still common to despise errors and failures rather than seeing them as a way to learn and grow personally and professionally. Something will go wrong every single day, things will often not go as planned and there will many last minute urgencies or complications. But what would be of us without these small setbacks, without those said “failures" that allow us to enjoy and appreciate our small successes and achievements more?

The exciting thing about failure, or rather about things that don’t always go as you want them to, is that they teach you something. You learn about the ways things should and shouldn't be done and it makes you try harder the next time. Of course, a lot depends on your attitude. It’s up to you to decide to focus on what went wrong or trying to fix it, but in the end, the important thing is to not be afraid of making mistakes, because mistakes always help us become better at whatever we do.

 

Tenía meses tratando de prepararme para tomar un examen de certificación en Premiere (un programa de edición de vídeos). Y digo tratando, porque entre las clases que enseño y el trabajo casi no pude sacar tiempo para estudiar. Para que tengas una idea, aplacé la fecha tres veces en un año, hasta que ya no podía seguir cambiandola. Así que nada, fui a tomar la prueba consciente de que me iba a partir.

La agente suele preguntar: ¿y para qué vas a tomar un examen si te vas a quemar? Bueno, a veces no queda de otra. Claro que es muy distinto llamar al diablo que verlo llegar. Cuando completé las 60 preguntas del test y revisé par de veces las respuestas dadas, le di a finalizar examen y en menos de dos minutos recibí mi calificación digital. Nada como el ver un 37 de 100 como nota final para provocar una sensación de ansiedad y nervios. Obviamente no pasé.

Recuerdo que sentí la temperatura de mi cuerpo aumentar súbitamente, pero al mismo tiempo sentía la piel fría. Recuerdo también haber visto en mi mente la cara de mi jefa cuando le dijera que me había quemado en un examen que la empresa había pagado para que yo tomara. Pero por alguna razón no vi ese fracaso como algo por lo cual debiera avergonzarme. Lo intenté, estudié lo que pude, y si, debí haber estudiado más, pero para ser una de las pocas personas que se atreven a tomar ese tipo de certificaciones en el país, los resultados no fueron tan desastrosos. Sólo existe una persona en R.D con la certificación en Premiere, y más del 70% de los que toman alguna de estas certificaciones por primera vez, no pasan. Claro que temía más a lo que me dirían en el trabajo, pero luego de comunicárselo a mi jefa entendí que aquel fracaso sólo había significa que lo había intentado y debo admitir que ahora sé mucho más de las funciones del programa que antes.

Cuando trabajas, ejerces una carrera y una profesión son muchos más los fracasos que tendrás a los éxitos. Las expectativas que los demás tienen de nosotros, que nosotros mismos nos creamos, suelen volarse totalmente los intentos.

En mi país, si no pasas con buenas notas, no aprendiste nada. Aunque poco a poco está cambiando esta mentalidad, todavía es muy común renegar de los errores, de los fallos y no verlos como una manera de aprender y crecer a nivel personal y profesional. Todos los días algo falla, algo que no sale como se planeó o hay una urgencia de último minuto o una complicación. Pero qué sería de nosotros sin esos pequeños contratiempos, sin esos "fracasos" que nos permiten disfrutar más y apreciar en mejor medida los pequeños ratos de éxito, los logros.

Lo interesante del fracaso o más bien que las cosas que no salen siempre como uno quiere, es que te enseñan. Aprendes todas las maneras en las que algo no se debería hacer y te hacen esforzarte más para la próxima. Por supuesto, mucho depende de la actitud con la que tomes las cosas, puesto que está en ti si decides enfocarte en lo que salió mal o buscarle la vuelta.  Pero al final, lo importante es no tenerle miedo a equivocarnos, a cometer errores, porque eso es lo que nos ayuda a ser mejores en lo que sea que hagamos.


Dahiana studied journalism in Spain and works as a multimedia producer in Santiago, Dominican Republic. She is a writer, photographer, traveler, GLR and human, and she loves to tell stories through different media and platforms like her blog. / Dahiana estudió Periodismo en España y labora como productora multimedia en Santiago, República Dominicana. Es una escritora, fotógrafa, viajera, GLR y humana, y le encanta contar historias a través de distintos medios y plataformas como su blog.