No fue hasta los 25 años, en cuclillas en mi compacto y encantador apartamento en Washington Heights, que experimenté con la marihuana por primera vez. No recuerdo nada importante aparte de que nos reímos mucho, y de que unx de mis amigxs por fin se relajó un poco.
Mis pulmones de prematura lloran un poco cada vez que intento fumar literal cualquier cosa, lo que significa que no lo hago a menudo. Es por esto que, atrapada en un apartamento de una habitación en Oakland, California, en Marzo del 2020, llegué a un comestible o "edible" azul con 10 miligramos de THC —dígase, el compuesto de la marihuana que te hace sentir high— gelatina y azúcar. La idea era tratar de sofocar el intenso temor y aburrimiento de la cuarentena. Aunque la marihuana es legal donde vivo, estoy segura de que el gobierno no ha aprobado estas gomitas, pero ¿tú te imagina’ lo divertido que serían esos grupos focales?
Quiero decir que unos treinta minutos más tarde, aunque quién sabe ya qué es el tiempo durante el confinamiento, me encontré riéndome histéricamente con Gilmore Girls. Lo absurdo del pueblo, la comida y todo lo que rodea a las protagonistas (¡y ni se diga de los outfits!) me hicieron reír hasta llorar. Y, bueno, todxs necesitábamos reírnos en ese entonces.
Lo que sucedió después de que logré soltar el iPad es un recuerdo medio borroso. Hubo más risas, y creo que incluso bailes, en nuestra pequeña sala. La otra parte de la noche, apta para niñxs (en verdad, para personas mayores), que vale la pena documentar fueron los increíbles recuerdos que surgieron justo mientras trataba de dormirme. La cacofonía de colores, texturas y recuerdos que surgieron me persiguen hasta el día de hoy, pero en un buen sentido. ¿Supongo que eso es posible? ¿Ser perseguida por algo bueno?
Con un parpadeo lento, estaba en la habitación de mi infancia. Podía recordar el patrón de mi colcha con vívidos detalles: las líneas negras y el naranja intenso que, pasado un tiempo, vendría a decorar mis paredes. Sí, hice que mis padres pintaran toda mi habitación de un color naranja brillante. Supongo que cuando eres adolescente, puedes dormir en cualquier lugar. Solo para luego entrar en la adultez y pasártela leyendo sobre la 'higiene del sueño' y la melatonina, incluso cuando tu habitación está pintada de un triste color beige. Pasa en las mejores familias....
Pero, honestamente, los recuerdos eran tan agudos y tiernos que, realmente, me pregunto qué más podría recordar si alguna vez tengo la valentía suficiente de probar hongos alucinógenos.
No te preocupes, mami. No lo he hecho.
Aquella noche no fue la única que me encontré en el dulce refugio de un comestible. Desde que comenzó la pandemia, he disfrutado (¡con mucho distanciamiento social!) de happy hours en mi edificio. Era verano, y una amiga trajo algunos de sus híbridos favoritos —con menos THC— en una pequeña lata, decorada con colores que le hicieron cosquillas a mi sensibilidad de millennial. Dos gomitas más tarde, acompañadas de un buen vino de California, me ardían las orejas y volaba más alto que una chichigua en el monumento. Esta vez no se desbloquearon más recuerdos. Culpo al viñedo de Dry Creek por eso.
Puede que esta edición se lea como una carta de amor a los comestibles, y tal vez en el fondo lo sea, pero la verdad es que estos comestibles me tumban al día siguiente. Siempre me despierto aturdida, más de lo habitual en estos tiempos, así que no invento mucho. Pero, sin embargo, si el gobierno me llamara para un grupo focal, me atrevería a dejar mi ego a un lado y esperaría en fila pa’ pasar un buen rato.
"¿Por qué han surgido tantos apellidos para el feminismo…?"
Esta es una pregunta que nos hacemos muchxs al querer profundizar en el tema, y con buena razón. En este artículo por Valeria Angola se aborda el tema de womanism y la importante razón por la cual las mujeres estadounidenses afroamericanas han adoptado diferentes términos para describir su lucha.
Esperamos que no veas womanism como solamente un término para conocer, sino como una ventana hacia el por qué muchas mujeres —principalmente Negras— exigen otro término en primer lugar. Ahí es que está lo importante.
The Mixta Team
Antes de que el capitalismo nos hiciera sentir culpables por todo lo que no sea trabajar, y el Internet, WhatsApp o Instagram se apoderaran de nuestros días, ¿cuál era tu forma favorita de "perder el tiempo"?
