A Different Kind of Commitment
Un Compromiso Diferente
Guest post by Dahiana Vásquez
My aunt was the oldest of eight siblings that lived in a town of San Francisco de Macoris, in the Dominican Republic. She got married when she was 19 years old, she hadn’t started the university, and she lived with her godmother’s at a house in the capital. I’m 29 years old, have a college and masters degree, and a job, but I don’t have a boyfriend or any prospect, and I live alone.
Obviously, things are not the same as when my aunt got married.
It now seems funny for me to think that not so long ago women were only committed to our family, partner, children and the role of 'housewife'. In terms of work, we could only aspire to be nurses, psychologists or teachers. Nothing related to business or of much power and visibility. But now, even in the Dominican Republic, we are committed to our future, our work, our education and our particular interests.
Relationships 20 years ago lasted for as long as the man was willing to commit for, while now they last what the woman is willing to endure, and I think I speak for many when I say that we are no longer willing to put up with too much. If they stand us up, we give them the silent treatment. If they do not treat us like we think we deserve, we send them away and we continue walking our own path like nothing happened. What is more interesting, we are now wanting to have experiences: explore more, travel more, maintain our friendships and give ourselves more than enough time alone.
It is even no longer uncommon to meet women who, even with years of marriage, have decided to end it, preferring not to move forward with a relationship that consumes them, and have dared to give themselves a chance to grow and know themselves without a partner - even in the hyper-conservative society in which we live.
I also find it super interesting to see how more and more Dominican women become professionals in different areas and break with the 'role model of mothers' that they have sold us for so long. There are those who have a full-time job, fulfill their family duties, have extracurricular activities, spend time with their children, and do it without a single protest. I personally love seeing more and more Dominican women interested in developing themselves, learning to love and understand that caring about our hair and clothes, and whether or not we have a partner does not make us any less professional or important. Can you imagine thinking like this 20 years ago?
I have said "yes" to commit to myself, and I sincerely feel very proud of it. Of course I do not rule out the idea of eeting someone in the future and even getting married, but while that happens, it feels good to be able to get home and put whatever I want on the TV without arguing with anyone for remote control.
Mi tía era la mayor de ocho hermanos que vivían en un pueblo de San Francisco de Macorís, en República Dominicana. Cuando se casó tenía 19 años, no había empezado la universidad y vivía en casa de su madrina en la ciudad capital. Yo tengo 29 años, una carrera universitaria, un máster y un trabajo fijo, más sin embargo no tengo pareja, ni prospecto de un novio formal y vivo sola.
Claramente, ya no es lo mismo a cuando mi tía se casó.
Me parece hasta gracioso pensar como no hace mucho tiempo las mujeres solo estábamos comprometidas con nuestra familia, pareja, hijos y el papel de ‘ama de casa.’ En términos de trabajo, sólo podíamos ser enfermeras, psicólogas o maestras. Nada de eso de negocios o de mucho poder y visibilidad. En cambio ahora, incluso en la República Dominicana, las mujeres estamos comprometidas con nuestro futuro, trabajo, educación e intereses particulares.
Las relaciones 20 años atrás duraban lo que el hombre estaba dispuesto a comprometerse, mientras que ahora duran lo que la mujer está dispuesta a soportar, y creo que hablo por muchas cuando digo que ya no estamos dispuestas a aguantar demasiado. Si nos dejan plantadas, ponemos la ley del hielo. Si no nos tratan como nos merecemos sin pensarlo mucho los mandamos a volar y seguimos nuestro camino. Lo que es más interesante, ahora estamos interesadas en tener experiencias: explorar más, viajar más, mantener nuestras amistades y darnos más que suficiente tiempo a solas. Incluso, ya no es raro encontrarse con mujeres que aún con años de matrimonio han decidido terminarlo, prefiriendo no seguir adelante con una relación que las consume, y se han atrevido a darse un chance para crecer y conocerse a sí mismas sin una pareja, incluso en la sociedad hiper-conservadora en la que vivimos.
También me parece interesante ver cómo más y más mujeres dominicanas se vuelven profesionales en diferentes áreas y rompen con el esquema del papel que tanto nos han vendido. Son estas las que cuentan con un trabajo de tiempo completo, cumplen con sus deberes familiares, tienen actividades extracurriculares y pasan tiempo con sus hijos, y lo hacen sin protestar.
Y es que en realidad me encanta ver como a más de nosotras les interesa desarrollarse, aprender a quererse y a entender cosas tan simples e importantes como que nuestro cabello o nuestra manera de vestir y tener o no una pareja no nos resta profesionalidad o importancia. ¿Pueden imaginarse pensar así 20 años atrás?
Yo personalmente he dicho “si, acepto” a comprometerme conmigo misma, y sinceramente me siento muy orgullosa de ello. Claro que no descarto la idea de en un futuro conocer a alguien e incluso casarme, pero mientras eso sucede, se siente muy bien poder llegar a casa y poner en la tele lo que me dé la gana sin discutir con nadie por el control.
Dahiana studied journalism in Spain and works as a multimedia producer in Santiago, Dominican Republic. She is a writer, photographer, traveler, GLR and human, and she loves to tell stories through different media and platforms like her blog. / Dahiana estudió Periodismo en España y labora como productora multimedia en Santiago, República Dominicana. Es una escritora, fotógrafa, viajera, GLR y humana, y le encanta contar historias a través de distintos medios y plataformas como su blog.