Trabajando Desde La Casa

Once upon a time, the working days went like this: you started between 8 - 9 A.M., you probably had one hour to eat lunch and relax or even take care of a couple of things before getting back to work and start asking yourself if 6 P.M. could come any faster. Fast forward to 2017, and it is a whole different story, even for us in the Dominican Republic there has been so much change to the working routine.

I’ve been working at my current job -a brand that makes personalized shoes - for little over a year now and in this short amount of time I’ve been able to experience very different types of work environments.

I started working from home, which was a totally new experience for me since I had only worked at office jobs, and turns our it is not as easy as some may think. Working by myself forced me to be super organized, be accountable for setting goals for myself, managing my own time, dealing with my family doubting if I was really working or just browsing the web, and being always, and I mean always, thinking about work. But after getting the hang of it, working from home definitely had its perks. I was able to do a lot of different things while still working, like taking a day trip with friends to the Colonial Zone on a Wednesday, diving into the deep blue waters of the Dudú lake and even answer emails and calls from the top of the Dunes in Baní, so yes, you can say I took advantage of my work set up at the time.

Then all that changed, when the company decided to put us on a regular schedule and setting. I’m not gonna lie, at first I was very disappointed to leave all that freedom and comfort behind and I was also scared that the change would make the days harder and boring, and that the monotony would be too hard for me to handle.

But after a couple of days and getting the hang of the regular day to day situation along with my co-workers I realized how lucky I was to work at a place I deeply connect to. The “new” experience I had ahead of me turned out a lot better than I expected, because after a lot of cellphone calls, meetings and regular visits to the factory, I now get to hang with my coworkers everyday and bond on a whole new level; and that can’t really happen when you work from home. Now I have people to share my everyday work experiences with and I could have never imagined it could be this interesting and enlightening.

Now that I have seen the two faces of the coin I can say I’m glad that I get to be a part of the change happening in some Dominican workplaces. I feel hopeful that companies will start thinking more and more about the needs of their employees and what can amplify their productivity, whether that is working from home or by making the office a more pleasant space.

These days you have professionals and entrepreneurs ranging from architects and software engineers to marketers and consultants working from places where they feel they can do their best work and not where a company mandated them to be, and I guess I can now confidently say It is possible to work outside those four walls and thrive, even if Mom may still does not think so.

Érase una vez, los días laborables empezaban a las en 8 A.M., tenías una hora para almorzar, relajarte y hasta realizar algunas cosas antes de volver al trabajo para luego empezar a preguntarte si ya eran las 6 P.M. Avanzamos al 2017 y es una historia completamente diferente, sí, incluso para nosotros en la República Dominicana, ha habido un gran cambio en la rutina de trabajo.

Tengo en mi trabajo actual - una marca que hace zapatos personalizados- un poco más de un año y en este corto período de tiempo he podido experimentar diferentes tipos de entornos de trabajo.

Comencé a trabajar desde casa, esta fue una experiencia totalmente nueva para mí, ya que antes sólo había tenido trabajos de oficina, y no es tan fácil como algunos pueden pensar, trabajar por mi cuenta me obligó a ser super organizada, ser responsable de las metas que yo misma establecí, a manejar mi propio tiempo, a lidiar con las dudas de mis familiares sobre si estaba trabajando o solo navegando la web y a estar siempre, y quiero decir siempre, pensando en el trabajo. Pero después de que me acostumbré a esto, organizarme y trabajar desde casa tenía sus ventajas, pude hacer un montón de cosas diferentes mientras todavía está trabajando, como visitar la Zona Colonial con mis amigas un miércoles, sumergirme en las Aguas azules del laguna Dudú y un día estuve respondiendo llamadas desde la cima de las Dunas de Baní, sí, se puede decir que aproveché mi situación laboral al máximo.

Entonces todo cambió, un día la compañía decidió que trabajaría en horario regular como la mayoría de las personas que conozco, y, no voy a mentir, al principio me sentí muy decepcionada de dejar toda esa libertad y comodidad atrás, tenía miedo de que el cambio haría los días más duros y aburridos, que la monotonía sería demasiado para mi. Fue después de que pasaron unos días, resolviendo junto a mis compañeros situaciones del día a día cuando me di cuenta que tengo la suerte de trabajar en un lugar con el cual conecto profundamente, la "nueva" experiencia que tenía por delante resultó mucho mejor de lo que esperaba, porque después de un largo tiempo de llamadas a celulares, chats y visitas regulares a la fábrica, ahora puedo conversar con mis compañeros de trabajo todos los días y llevar nuestra relación un nivel completamente nuevo, ahora podemos compartir experiencias cotidianas del trabajo, en verdad no imaginaba que podría ser tan interesante.

Ahora que he visto las dos caras de la moneda puedo decir que estoy contenta de formar parte del cambio que está ocurriendo en algunas empresas dominicanas, tengo la esperanza de que las estas comenzarán a pensar más y más en sus empleados y lo que puede amplificar nuestra productividad, ya sea trabajando desde casa o haciendo de la oficina un lugar más productivo para todos. Hoy en día hay profesionales de todo tipo como arquitectos e ingenieros de software a mercadólogos y consultores que pueden trabajar desde cualquier lugar el cual se sientan más creativos y no donde una compañía les indicó que debían estar. Creo que ahora puedo decir con seguridad que si es posible trabajar fuera de esas cuatro paredes y prosperar, incluso si tu mamá aun no lo cree.

Catherine is a history geek, low-key foodie and Marketing lover from Santiago, Dominican Republic. This is her first time writing for a website and she is interested in portraying the good, the bad and the awesome of living on the island. / Catherine es una aficionada de la historia, amante de la comida y del mercadeo de Santiago, República Dominicana. Esta es su primera vez escribiendo para una página y esta interesada en mostrar lo bueno, lo malo y lo increíble que es vivir en la isla.

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